El otro día, mi vecina S me hizo llegar un artículo
publicado en un periódico digital en el que destacaban el aumento de jóvenes
que confeccionaban sus propios complementos a calceta. Se mencionaba el ensayo The Relaxation Response, del
profesor de medicina en Harvard, Herbert Benson,
en el que recomienda la calcetoterapia para combatir distintos problemas de
salud, desde los dolores crónicos hasta la hipertensión y el insomnio. Sin
embargo, sus saludables beneficios van más allá, matizaba el artículo, pues
según un estudio médico realizado por investigadores de la Universidad de
Chicago, la práctica de calceta es uno de los remedios más eficaces para dejar
de fumar. Un fenómeno que ya ha
inspirado novelas como El club de la
calceta (Algaida) de la escritora María
Reimóndez.
En ese momento, estaba yo haciéndole a Mariposilla un bolso
que habíamos diseñado juntas. Un bolso a ganchillo que es muy fácil de hacer y
muy original. Os invito a que comprobéis que si necesitáis relajación, concentración, distracción… la calceta es
una divertida herramienta para combatir el estrés, incluso cuando se está
aprendiendo.
En primer lugar
he tejido unas 10 flores a ganchillo. El diseño que he elegido es el de la flor
africana, porque me parece muy chula y original. Hay un montón de patrones por
Internet, pero si no sabéis mucho, os aconsejo que busquéis en Youtube. Allí
hallaréis un sinfín de tutoriales que van explicando el proceso paso a paso. Si
sabéis hacer otro tipo de flor, también os quedará un bolso muy chulo. Estas
son las mías. Perdonad la calidad de la foto, pero sólo tenía el teléfono móvil
a mano.
Una vez
terminadas las 10 flores, las cosemos entre ellas formado una tira uniforme
donde queden todas intercaladas.
Cerramos la
tira para que quede un tubo. Este es el centro de nuestro bolsito.
A continuación,
para darle más cuerpo añadí unas pasadas al tuvo en la que iba a ser la parte
inferior del bolso. Tejí una pasada en punto bajo de color rosa clarito, una
pasada en punto bajo de color lila y una doble pasada también a punto bajo de
color fucsia. También tejí la tapa del bolso haciendo una esfera porque quería
que el bolsito de Mariposilla fuera redondo.
Luego uní las
dos partes con el mismo ganchillo, pero si os es complicado también se puede
coser con una aguja de lana. Recordad hacerlo por la parte que va a quedar
dentro del bolso, así quedará la costura más bonita.
En la parte
superior hice lo mismo, una doble pasada a punto bajo de color rosa clarito,
una doble pasada de color lila, y en fucsia doble punto alto con dos hebras para hacer una superficie con
huecos en los que poner la cinta para cerrar el saquito. Para rematar el
trabajo, he usado hilo lila a punto cangrejo.
Ya por ultimo
tejí el asa del bolsito. Lo hice de color lila porque ya estaba empachada de
rosa, y usé el punto alto. De esta manera, al ser una parte visible, la tira es
igual por ambos costados.
Se cose el asa
al saquito y ya sólo nos queda poner la cinta para cerrar el bolso. Yo he usado
cordón de zapatos de color rosa que tenía por casa de algunas deportivas de
Mariposilla. Luego he cortado los herretes (las puntas plastificadas de los
cordones) y he hecho un nudo.
Este es el
resultado final. Mariposilla está encantada con su bolsito, y ya me ha pedido
uno de lana para invierno.
Os dejo también
linkado el artículo que os comentaba al principio de la entrada por si sentís curiosidad:
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