jueves, 12 de junio de 2014

La casita de muñecas


Cuando era pequeña una de las películas que más me gustaban era Mary Poppins. Una de las escenas que más recuerdo es la parte en la que Jane y Michael ordenan la habitación al ritmo de una canción. Pero lo que más atraía mi atención era la parte en la que se ve la casita de muñecas de Jane. Me parecía impresionante, realmente deseaba tener una casita así y acabó archivado en mi memoria como uno de esos deseos infantiles ya caducados.

Ya de adulta llegó a mi vida la carcasa de una casa de muñecas impresionante. De estilo inglés, de madera, con ventanas maravillosas con cuarterones y balcones blancos. Era solo la casita, preciosa, sin separaciones ni muebles, como una caja enorme de madera. Cuando nació Mariposita decidí que esa sería nuestra casita de muñecas. Un proyecto conjunto que cuando se hiciera mayor le recordara el trabajo que habíamos realizado.


Mariposita aún ni andaba cuando gateaba a la casita, la abría y metía allí sus muñecos preferidos. Así que me puse manos en la obra para hacer las divisiones con placas de madera e insertar puertas y una escalera. Aproveché ese tiempo para asegurar a la estructura los elementos del exterior. A pesar de mi impaciencia decidí esperar para poder pintarla y decorarla las dos juntas, ya que como os he contado este proyecto es nuestro proyecto madre-hija.
 

Teniendo en cuenta que la pequeña tenía 3 años cuando iniciamos la parte de la pintura para hacerla juntas, decidí que era mejor amueblarla con juguetes de plástico de la una marca muy conocida, para que pudiera disfrutarla ya desde bien pequeña. La verdad es que ahora que tiene 7, puedo afirmar que fue una gran idea. Ha disfrutado muchísimo de esta casa, y se ha convertido con el tiempo en un juguete imprescindible.


Dado que en el futuro se decorará de nuevo la casita con papel de pared, parquet y muebles de madera hechos a mano, adapté esta fase inicial a lo que será el proyecto final. Por esa razón, Mariposita y yo pintamos las paredes con una pintura especial para niños que en un futuro admita papel pintado encima. También se ha decorado con materiales que nos permitirán no tener que deshacer lo que ya se ha hecho ahora, ahorrándonos trabajo adicional.


A la casa también la vestimos con cortinas. Las hicimos con unas telas viejas que tenía en el trastero y las adornamos con cuentas para hacer collares y pulseras de uno de los bazares orientales del barrio. Los rieles son alambres y alfileres a los que les hemos cortado las puntas.


Pero la casita también tiene su particular pinacoteca. Cuadros de Picasso, Van Gogh, Sorolla o Dalí están colgados en sus paredes. Una manera de utilizar las nuevas tecnologías para dar el toque decorativo final a esta maravillosa casa, que además me ha permitido explicarle a Mariposilla los detalles más importantes de lo que es el arte y lo que comporta. Con unas impresiones pequeñas y unos palillos de pinchitos, además de decorar, nos hemos acercado al concepto de historia del arte.


Lo cierto es que a veces miro atrás y veo lo bonito que ha sido compartir este proyecto con mi hija, pues hemos disfrutado las dos y hemos compartido nuestro tiempo en hacer algo muy especial juntas. Ahora Mariposilla se va haciendo mayor y se nota, así que empiezo a pensar que ese futuro en el que haremos una casa nueva sobre esta base, ya no está tan lejano. Mientras, seguiremos disfrutando, jugando e invitando a nuestros amigos a casa para divertirnos con ella.






2 comentarios:

  1. Uauuuu que pasada! Me ha gustado mucho el proyecto

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  2. Muchas gracias por tu comentario! La verdad es que ha sido un proyecto muy bonito, divertido y útil, ya que juega mucho con ella. Dentro de un tiempo, reformas. :-) Un abrazo!

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