viernes, 13 de junio de 2014

Una foca de peluche



A medida que se acerca final de curso, en casa se escucha una pregunta cíclica: “¿Qué quieres regalarle a tu maestra este año?”. El curso pasado fueron galletas decoradas, el anterior un cuadro… Siempre algo hecho por Mariposilla. Mi intuición de madre me advirtió que este año su proyecto sería titánico. Lo supe cuando vislumbré admiración en los ojos de Mariposilla al explicarle mi tutoría de febrero con M. Y no me equivocaba. En Marzo le hice la pregunta a sabiendas que mejor planearlo con tiempo y recibí una respuesta inmediata: “Mami, quiero hacerle a M un peluche de foca bebé para que se acuerde siempre de mi”. Y lo hicimos:




MARZO


Mariposilla va a la clase de las focas, y su proyecto de este curso fue “La Reproducción de las Focas”. Así que el peluche debía ser una cría ártica de color blanco. Hicimos una búsqueda para ver ejemplos de peluches y con eso pudimos hacer el patrón. Una vez decidida la forma, nos fuimos a buscar las telas y complementos para poder empezar a cortar las piezas. Elegimos fieltro duro para que la foca tuviera una cierta rigidez que le permitiera mantenerse en pie sin esfuerzo.




 Mariposilla hurgó junto con la abuela en la lata de botones, pues los que ella tiene en su maleta de costura son de colores y necesitábamos un par de color negro. Una vez encontrados dos iguales de la medida correcta, los cosió a los dos laterales de la foca para representar los ojos.




ABRIL


Pasamos un mes entero uniendo las partes laterales de la foca a las centrales, que son las que le darán cuerpo al peluche. Mariposilla lo hizo en diferentes días, puesto que el fieltro de la parte lateral es bastante duro y con los deditos tan pequeños el esfuerzo era importante. 




MAYO

Una vez cosidas las partes centrales, empezamos a coser el resto del peluche mientras alternábamos los días rellenando las partes que ya quedaban cerradas. Lo hicimos con trozos de filtro de aire acondicionado, cortándolo a trazos pequeños y atusándolo para tener mayor volumen y esponjosidad.



Finalmente conseguimos cerrar el peluche totalmente relleno de este material. Nosotras decidimos reciclar material que se iba a desechar, por eso elegimos retales de filtro de aire acondicionado. De todos modos, si os animáis, también se puede hacer con relleno que encontraréis en las mercerías.



El borrón rosa que véis en la parte inferior de la foca es el nombre de Mariposilla, que lo bordamos con hilo doble de color rosa.



JUNIO

Con la foca acabada, sólo nos faltaba ponerle la nariz y los bigotes. Después de darle muchas vueltas, cortamos un trozo de tela negra a la que rellenamos con una bolita de filtro atusado.




Los bigotes fueron trozos de lana negra a las que pusimos un tope con un nudo para que no salieran de la bolita. Después de coser la nariz para que quedara una bolita, Mariposilla la cosió a la estructura de la foca y el resultado final fue espectacular.




Mariposilla entregará su regalo a su maestra junto con una nota con algunas fotos del proceso de elaboración. Lo mejor de todo ha sido, sin duda, la satisfacción por un trabajo bien hecho y por el esfuerzo en hacer un regalo a medida.


2 comentarios:

  1. Este proyecto es muy chulo, y supongo que Mariposilla ya tenía nociones de costura antes de hacerlo. Me puedes dar alguna idea para introducir a mi niña en la costura?

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    1. Muchas gracias por tu comentario, Mónica. Lo cierto es que tengo una idea para que los más pequeños de la casa empiecen a dar pasitos en el mundo de la costura. En breve lo publicaré. ¡Un abrazo!

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